Cuáles cuidados postparto debo tener
Cuáles cuidados postparto debo tener

¿Cuáles Cuidados Postparto Debo Tener?

En medio de tantas noticias, visitas, baños y aprendizaje de tu bebé, es importante pensar en ti durante el cuidado posparto, también llamado puerperio. Esta es una fase llena de cambios físicos y psicológicos para la madre, que comienza en el nacimiento y termina alrededor de las ocho semanas después, etapa que suele coincidir con el regreso de la menstruación normal. La mayoría de las mujeres están más preocupadas por las dudas relacionadas con el cuidado del bebé. , dejando el cuerpo a un lado. Por supuesto, en un período tan laborioso, lleno de descubrimientos e incertidumbres, no es fácil cuidarse, pero es sumamente importante no dejar de lado este momento para que sea rentable e inolvidable.

Entender lo que te está pasando y tomar algunas medidas simples y efectivas puede prevenir problemas con tu salud e, indirectamente, con la salud de tu pequeño, que necesita un crecimiento y desarrollo normal. Vea 8 cuidados posparto esenciales:

Presta atención a tu peso

Las preguntas sobre el peso son muy comunes entre las madres. En un embarazo normal, el peso de una mujer puede aumentar unos 8 o 9 kilos. En el puerperio se pierden unos cinco kilos, contando el peso del bebé , la placenta y los líquidos , y en unos días los líquidos retenidos durante el embarazo y el propio proceso de lactancia (que también ayuda a adelgazar) ayudan a la madre a adelgazar dos o más. Tres más.

No se equivoque acerca de la apariencia del abdomen en la primera semana después del parto, ya que el útero de unos 36 centímetros aún no se ha encogido por completo. El primer día después del parto, el útero aún se encuentra a la altura de la cicatriz umbilical, unos 20 centímetros de altura, disminuyendo gradualmente hasta alcanzar su tamaño normal.

Cuida tus pechos

Las mamas deben ser observadas con frecuencia, ya que es común que se presenten complicaciones con esta parte del cuerpo en el período posparto. La mastitis puerperal, infección de las glándulas mamarias, es relativamente frecuente, por lo que si sientes dolor y enrojecimiento en la zona, con o sin fiebre, consulta a tu ginecólogo. La sequedad y fisuras de la areola también son quejas comunes entre las madres y pueden evitarse, pero si ya tiene alguno de estos signos, aplique su propia leche materna (que ayuda a la curación) o ungüentos específicos.

Mantener una correcta higiene

La región genital merece un cuidado especial en ese momento y debe limpiarse solo con agua y jabón suave. Los absorbentes deben cambiarse al menos cada cuatro horas, especialmente en los primeros diez días, cuando aparecen las lociones. La loción es la secreción vaginal de los primeros días del puerperio, inicialmente roja, que progresivamente cambia a un color más oscuro, amarillo claro y blanco, hasta volverse imperceptible.

Vigilando las cicatrices

Básicamente, hay dos tipos de cicatrices que se pueden hacer durante el parto. La episiotomía, un corte que se hace en la esquina de la vagina en los partos normales, se puede realizar para prevenir laceraciones perineales durante la partida del bebé. La segunda cicatriz es la cesárea, que se realiza por encima del hueso púbico.

Crianza con Apego
Crianza con Apego

Cualquiera de las cicatrices debe estar bien cuidada y desinfectada, siempre con agua y jabón suave. Vale la pena decir que la región debe estar siempre seca para evitar complicaciones. Esté atento a los signos de infección de las cicatrices, como enrojecimiento, dolor intenso, secreción amarillenta o verdosa y mal olor.

Malestar y dolor

Tanto el parto normal como el parto por cesárea causan dolor, que puede ser de leve a intenso según la persona y la causa del dolor. La disminución del tamaño del útero se debe a contracciones similares a los cólicos menstruales y se sienten en el puerperio. Las cicatrices, ya sea por episiotomía o cesárea, pueden presentar dolor leve a moderado debido al traumatismo por corte realizado en la región.

Sin embargo, si el dolor es severo, esto puede ser una alerta, especialmente si está asociado con otros síntomas. Estos signos pueden indicar algunas complicaciones como infecciones operativas o mastitis puerperal.

Alimentación: ¿cuáles son las restricciones?

Los primeros días después del parto pueden ser difíciles de alimentar, ya que la madre aún puede experimentar algunas náuseas y vómitos. Así, en este período es importante ingerir alimentos fáciles de digerir y que tengan mucha agua en su composición, como la sandía y el melón. Se liberan bebidas como jugos y agua, ya que ayudan a disminuir la hinchazón del embarazo e incluso a aumentar la producción de leche materna, así como los alimentos grasos y llenos de azúcar pueden tener el efecto contrario, empeorando la hinchazón y el malestar.

Posteriormente, con la mejora de estos síntomas intestinales, se puede introducir la dieta normal, dando preferencia a alimentos equilibrados y saludables, como verduras, pescados y carnes magras. Durante este período, se debe aumentar la ingesta de proteínas, ya que es necesario aumentar los niveles de hierro, que tienden a disminuir durante el embarazo. Para las madres veganas y / o vegetarianas, comer soja y garbanzos, así como verduras de color verde oscuro, puede ayudar a aumentar los niveles de hierro en sangre.

Hábitos saludables

Durante el puerperio, la madre debe evitar el uso de drogas ilícitas, tabaco y alcohol. Además, el uso de cualquier medicamento debe ser autorizado previamente por su médico, ya que algunas sustancias imposibilitan la lactancia.

Ejercicios físicos: ¿aliados o villanos?

Después de 2 semanas de parto normal, la madre puede iniciar algunas actividades físicas ligeras y cortas, como extensión y flexión de las extremidades, así como masajes. Estos ejercicios ayudarán a la circulación sanguínea, reducirán la hinchazón y le darán más energía. Sin embargo, es importante recordar que aún es un momento que requiere cuidados, por lo tanto, estas actividades deben realizarse con calma y pausa para evitar síntomas como la presión arterial baja.

Para las mujeres que han tenido una cesárea, el período para dejar de realizar actividades físicas es de cuatro a seis semanas después del parto; siempre consulte a su médico.

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